14 de diciembre de 2007

CRIA DE PATOS PARA CARNE





En muchos países, los pollos son las aves de corral por excelencia. Sin embargo, la cría de patos es considerada una actividad con perspectivas. Las ventajas se tornan obvias cuando se reconoce en estas aves la capacidad de vivir en condiciones ambientales desfavorables, resistir enfermedades y parásitos y producir una carne excelente.
La cría intensiva de determinados tipos de patos se incremento en diversas regiones del mundo. Desde hace siglos europeos y asiáticos saben que el pato es uno de los animales domésticos más útiles y versátiles.

Aspectos técnicos


Para la producción de carne la elección de una buena raza es un elemento básico. El pato Pekín se destaca entre las más aconsejables. Su resistencia a diferentes ámbitos y la capacidad que posee de alcanzar en poco tiempo su mayor tamaño (3,200 kilos a los 77 días; tiempo de faena) lo ubican entre los primeros puestos dentro de la geografía típica de la cría de aves de corral. Un error común que se comete con los patos es criarlos como si fueran pollos, cuando, a diferencia de éstos, prefieren permanecer la mayor parte del tiempo a la intemperie. En climas templados son criados sin refugios artificiales. La mayoría de los criadores posee un corral con defensa en donde encierran a los animales por la noche, o en forma continua si el espacio es limitado.
En zonas donde la temperatura es baja (menos de 15ºC) es necesario construir o reacondicionar un establecimiento. En las instalaciones modernas para patos se recomienda el sistema de alojamiento Bolts. Son construcciones bajas (2 metros), alargadas y de tejado semiplano (chapa rural, aluminio o cartón alquitranado). Su interior (12 metros de ancho) consta de un pasillo central (1,5 metro) que, desde el punto de vista de la mano de obra, facilita la alimentación, la colocación de los pisos de paja y la extracción del estiércol. Si el suelo, preferentemente de tierra, tiene un drenaje deficiente, el corral debe cubrirse con arena, paja o viruta de madera, con los extremos a un nivel más alto que el centro (pasillo).
A través de trampillas ubicadas en las paredes laterales las aves salen a los parques (12 metros con una pequeña inclinación). los suelos enrejillados son una solución para evitar la acumulación de excrementos y desperdicios de comida. Opuestamente a lo que en general se cree, los patos pueden ser criados perfectamente sin un estanque de nado. Al contrario, muchas veces la existencia de lagunas de agua estancada acarrea problemas sanitarios. Sin embargo, es necesario el abastecimiento constante de agua limpia para beber y lavarse el pico. Es imprescindible diseñar bebederos de por lo menos diez centímetros de profundidad; para evitar que se formen charcos de barro deben ser colocados sobre plataformas construidas con tela de alambre.
Ahora bien, un plantel mínimo consta de un macho y 4 hembras (un criadero con características industriales tendría que comenzar con no menos de 700 animales). Por cada pato reproductor se sita 0,5 metro de superficie, a lo cual hay que agregarle 1,5 metro de parque y comederos.


El Nidal y Encubacion
Hace falta un nidal abierto para tres hembras o nidales trampa (35 centímetros de ancho y 50 centímetros de longitud y 40 centímetros de altura por cada ave). Una época de puesta (en estado silvestre) comienza en septiembre y se extiende hasta mediados de diciembre.
En cautiverio la puesta se inicia alrededor de la semana 23 y el ciclo normal de puesta es de 40 semanas con una producción que oscila entre los 160 y 200 huevos, según las estirpes. El huevo pesa alrededor de setenta gramos y la incubación dura veintiocho días.
Como las hembras carecen de habilidad maternal, se debe prestar especial atención en llevar rápidamente a las incubadoras los huevos recién puestos. No todos los huevos fértiles son apropiados para la incubación. Lo ideal es seleccionar aquellos de tamaño mediano y sin irregularidades en el cascarón (fisuras, manchas o malformaciones). El cuidado de los huevos antes de su colocación en el aparato es tan importante como los procedimientos correctos de incubación.
Muchos propietarios de pequeñas parvadas de aves de corral descuidan este aspecto sin darse cuenta de que es la principal causa de una mala eclosión. En el lavado de los huevos también pueden producirse algunas lesiones en el embrión. Pese a ello es preferible lavarlos a colocarlos sucios, porque de filtrarse gérmenes o bacterias en el proceso de incubación puede significar el fracaso de toda la producción. El almacenado, lejos de la luz solar directa, debe realizarse en sótanos o habitaciones frescas y húmedas (las heladeras son generalmente muy frías). La puesta a punto de la incubadora (de aire suave) debe realizarse entre 48 y 72 horas antes de colocar los huevos. Sin embargo, al momento de ser ubicados en ella es necesario calentar los huevos durante 5 o 6 horas a una temperatura ambiente de 21ºC.
Si este procedimiento no se lleva a cabo se condensa el agua en los cascarones y es posible que se rompan las yemas. Muchos criadores tienden a ajustar la máquina con los huevos en su interior. Esta práctica es un error muy serio puesto que uno de los períodos más críticos para el desarrollo del embrión son los primeros 4 o 5 días de incubación.
Para mayor porcentaje de eclosiones es esencial que los huevos sean incubados en la posición correcta, siempre sobre sus costados con el extremo mayor (cámara de aire) ligeramente elevado. Es conveniente acomodar un número de huevos acorde con la capacidad de la bandeja y de ninguna forma amontonarlos o encimarlos.
El cuidado de la humedad en el interior de la incubadora es primordial para lograr un gran número de patitos fuertes. La velocidad a la que se deshidrata el contenido de los huevos es regulada por la cantidad de humedad en el aire del recinto incubador.
Esta generalmente es proporcionada por la evaporación de agua de los recipientes. Lo ideal es llegar a una humedad relativa del 55 % y durante la eclosión (últimos 3 días de incubación) debe aumentar a un 75 %. Los huevos deben ser volteados para ejercicio del embrión y reducir el estrés. Algunos harán eclosión si se los voltea una vez cada 24 hs., pero es recomendable girarlos 3 veces al día con intervalos de 8 hs., así se obtendrá un alto porcentaje de nacimientos (del 50 al 60 %). Pero para lograr mejores resultados, hay que rociar los huevos con agua tibia una vez al día (con excepción de la primera semana y los tres días finales de la incubación). Si la temperatura ambiente es de 20 a 21ºC, las bandejas de huevos tienen que sacarse de la incubadora y refrescarse 5 minutos al día durante la segunda semana, 8' la tercera y 12' los primeros 4 días de la cuarta semana.
Tras un plazo de 28 días nacen los patitos. Estos acuden inmediatamente al comedero y comienzan a ingerir alimento en gran cantidad. No poseen mayores exigencias climáticas. Es preciso aportarles calefacción en forma adecuada durante tres semanas, período en el que la temperatura de 30ºC deberá descender hasta los 24ºC.
Las necesidades de espacio son de 1 metro cuadrado por cada 20 aves en las dos primeras semanas. Luego esta cifra se incrementa.Los patos jóvenes son el equivalente del pollo parrillero. Con el tiempo se ha logrado manejar a estas aves de manera tal que logren un mayor crecimiento en el menor tiempo y con la menor cantidad de alimento.
Alcanzan un peso de 2,2 a 2,5 kg a las 7 semanas, con una conversión alimentaria de 1 kg de carne cada 3,5 o 4 kg de alimento. Para estimular el desarrollo de grasa, los patos deben hacer ejercicio limitado, con un continuo aporte de energía elevada.
La rapidez del crecimiento de las aves está ligada directamente con la cantidad (240 g/día) y calidad del alimento que se les suministre. Se obtendrá un buen rendimiento con una dieta que contenga del 20 al 22% de proteínas hasta las 2 semanas de edad y del 16 al 18% desde la segunda a la séptima semana.
Tipo de alimentaciónSegún los especialistas ingleses John Walters y Michael Parker, los patos que se crían con propósito carnicero necesitan tener un buen comienzo, que se logra recurriendo al alimento balanceado. Los alimentos en forma de migajas o granulados, poseedores de un 10% de proteínas, especiales para patos son los más recomendados. Esta comida debe hallarse a disposición del animal durante las 24 horas en las primeras cuatro semanas de vida.
Si se quiere puede seguir alimentándoselos de esta manera hasta el momento del faenado, pero no se justifica. Por lo tanto, después de la cuarta semana conviene cambiar el balanceado por otro alimento más económico, que por lo general contiene menos cantidad de proteínas.Una dieta de engorde razonable puede consistir en una "sopa de sobrantes de la cocina" hecha con afrecho, avena molida, harina de cebada y un poco de harina de maíz. Una mezcla de pan viejo remojado con restos de pescado hervido constituye una excelente dieta, pero el crecimiento será más lento.